domingo, 25 de febrero de 2007

VIAJE AL PRIMER HOSTAL


De pronto el taxista paró. No hablaba prácticamente nada de Inglés. Supusimos por sus señas que habíamos llegado a nuestro destino, el Hostal Smyle In, pero por mucho que miráramos a nuestro alrededor, no veíamos nada: sólo un montón de vacas, callejuelas estrechísimas y oscuras, además de casas medio derruidas. Los olores comenzaron a mezclarse (ya nada se distinguía muy bien) cuando nos dispusimos a bajar del taxi. Antes de abrir las puertas frenó un coche a nuestro lado, nuestro taxista comenzó ha hablar con ellos en hindi a través de la ventanilla, mientras nosotros nos preguntábamos: ¿que pasa?, ¿que hacemos?... ¿nos bajamos?. Y bromeábamos sobre nuestro viaje a la India y lo pronto que iba a terminar. Margui decía: “bueno, comenzaremos el viaje en cueros”, pero la realidad es que el miedo se percibía en el ambiente, a pesar de las bromas. Se bajaron cuatro chicos muy jóvenes del coche, abrieron las puertas de nuestro taxi, nos hicieron bajar mediante señas, me recuerda hoy a alguna escena de la película “La Vida es Bella”. Abrieron el maletero y Alejandro sacó de él mi mochila y me dijo: “toma, Vane; cuélgatela”. Le preguntábamos: “Alejandro, ¿te suena el sitio?, ¿crees que estamos en el lugar adecuado?. Él había estado en ese mismo lugar hacía dos años, pero claro, era de noche y nada parece lo mismo. Comenzamos a caminar detrás de ellos (tal y como nos indicaron), y el corazón me palpitaba cada vez más. Atravesamos una calle oscurísima y llena de charcos, (adivinad de qué eran esos charcos, yo misma pisé uno). Al llevar los pies mojados, me deslizaba y con el peso del macuto no podía caminar sin plantar los pies prácticamente descalzos en el suelo. Me sujeté a mi amiga Esther y nos seguíamos preguntando: “¿donde crees que nos llevan?”. Sin obtener unas palabras de alivio o de tranquilidad, comenzamos a sentirla al ver a lo lejos un cartel amarillo y luminoso que decía: “Smyle In”. Nos miramos, y sonreimos. Con lo sucedido pensamos lo que habría imaginado cualquier persona que no tuviera ni idea de lo que es La India y no supiera las intenciones que pueden llegar a tener los hindúes; principalmente porque todo esto es desconocido para nosotros.

LA PRIMERA IMPRESIÓN


La primera impresión, desde que estás bajando del avión, sin aún haber visto nada en absoluto, no sé muy bien como describirla. El calor se dejaba sentir, la respiración se hacía muy difícil, aún recuerdo el olor que se percibe: es un olor que jamás y digo jamás había percibido antes. Estábamos en Delhi. Todo parecía ir bien, pero dos de las maletas no habían aparecido y ese fue el primer momento en el que intentamos comunicarnos con los hindúes; os puedo asegurar que no fue nada fácil (parece que mañana estará solucionado).


Después de recoger las maletas y conseguir tramitar las reclamaciones correspondientes, salimos del aeropuerto. En ese instante comienzas a darte cuenta de la realidad: un montón de personas esperando a los turistas con un cartel en sus manos con el nombre de su esperanza…

En concreto, uno de ellos me llamó mucho la atención: con el pelo muy negro y unos ojos enormes y rasgados vestidos por unas rizadas e infinitas pestañas, al igual que su sonrisa infinita, algo que nunca pierden se encuentren en la situación que se encuentren; creo que en sus ojos se puede leer la palabra esperanza, esa de la que hablábamos antes ellos te ven como tal.

Entre tanta multitud, a lo lejos pude ver un cartel que decía “Alejandro”, y tras él estaba nuestro taxista que nos llevaría al hostal que habíamos reservado para la primera noche en Delhi. De mediana edad, muy muy flaquito, moreno como casi todos y con esos ojos tan sumamente expresivos, pidió que le acompañásemos. Detrás de él, caminábamos Margui, Esther, Alejandro, otro chico que viajaba sólo de Inglaterra y yo; en el camino había cientos de motos aparcadas y cientos de hindúes que no nos quitaban ojo....ya me habían avisado de esto, pero no me imaginaba hasta qué punto. Mientras hablaban entre ellos te seguían con la mirada, girando la cabeza, y si tu hacías lo mismo que ellos, no importaba; no apartaban su mirada y se podían tirar así todo el tiempo del mundo. Pero ello no te hacía sentir mal, al contrario; resulta excesivamente inquietante y curioso, te preguntas ¿que se les pasará por la cabeza?, ¿como te verán ellos?

Eran las 2:00 am. Montamos en un taxi negro muy antiguo, con puertas correderas que se atascaban, y con muchísimas lucecitas rojas en el salpicadero. Arrancó, aceleró y nos miramos unos a otros por aquella forma de conducir que todos tenían. Había un caótico y abundante tráfico. Un montón de camiones de mil colores aceleraban a nuestro lado intentando colocarse en paralelo y nos saludaban a través de sus ventanillas, te guiñaban el ojo y sonreían. En la parte trasera de los mismos llevaban carteles que decían “Horn please”, “Low Horn”, gracioso, ¿no?. Nunca antes había visto nada parecido; era tan surrealista... tras ese momento de éxtasis y sensaciones que estábamos descubriendo, era el momento de observar a tu alrededor: nos adentrábamos en la antigua Delhi. Un montón de personas dormían tiradas en la calle, sobre suelos infectados de basura, niños casi desnudos abrazados unos a otros en las drásticas, caóticas, inmundas pero a su vez increíbles calles de Delhi, un contraste inconcebible y difícil de comprender. En ese momento nuestros corazones (y creo que hablo en nombre de todos) se sintieron atados a este país, “La India”.

lunes, 19 de febrero de 2007

Mis mejores recuerdos

Uno de mis mejores recuerdos es el olor a flores e incienso, casi incluso desconocido para nosotros, en los mercados de flores, abundan pequeñas rosas rojas con un perfume que te permite hasta soñar, te hace sentir en otro lugar, más lejano aún de donde creías estar, las utilizaban para realizar ofrendas, seguro que si cerráis los ojos podéis llegar a percibir su perfume.........

Geografía general

La India, al sur de Asia, limita con Pakistán al noroeste con China, Nepal y Bután al norte, con Bangladesh y Myanmar al este, al suroeste con el Mar Arábigo y al suroeste con el Golfo de Bengala y Sri Lanka. Cubre un territorio de unos 3.287.000 Km/2, es el séptimo país más extenso del mundo. Dentro de la India, Uttar Pradesh es el quinto estado en extensión y ocupa una parte importante de la pobladas llanuras alrrededor de los ríos Ganges y Yamuna. La capital administrativa del estado es Lucknow, mientras que otras ciudades importantes son Agra, Aligarth, Ayodhya, Kanpur y Benarés.

India "Gobierno"


La República de la India está gobernada según la constitución de 1949, enmendada varias veces desde entonces. Según esta la India es una república democrática, el gobierno tiene una estructura federal fruto de una unión de estados y territorios administrados de manera centralizada. En la actualidad existen 28 estados y 6 territorios unidos y un territorino capital, cada uno de ellos con su propia autonomía de gobierno. En este recorrido visitaremos, El territorio Capital Nacional Delhi, el estado de Rajastán, el estado de Uttar Pradesh y por último el estado Himachal Pradesh.